Bodas originales, Oriol y Erika

Bodas originales y muy especiales

Pues sí, cuando os explique un poco éste reportaje de boda entenderéis por qué forma parte de las bodas originales y muy muy muy especiales.

Para empezar no me contrataron los novios, sino la madre del novio. En este trabajo uno tiene la suerte de conocer mucha gente y de colarse en sus vidas irremediablemente. Y yo tuve la suerte de conocer a Roser.

Roser es la madre del novio y fue a ella a quien le tocó organizar la boda.

Los protagonistas del día, Oriol y Erika, no estaban en España sino en Japón… así que le pidieron a su madre que lo organizara todo.

Debo reconocer que al principio además de extrañarme me puse algo nerviosa. No podía hablar con los novios y sobre todo con la novia, y me resultaba difícil encarar una boda sin comunicarme con ellos… a ciegas. Siempre pido a mis clientes que vean bien mi trabajo para que decidan si soy o no lo que están buscando, esta vez insistí más…

Otra cosa que me tenía loca era el cambio cultural. Las fotos de boda son muy importantes para la cultura japonesa, pero una vez que investigué un poco pude ver que igual que aquí cambia muchos los estilos, ya no es lo que era. Lo único que permanece es que todo salga bien y tengan un buen trabajo y recuerdo del día de su boda.

Nos faltaba la peluquería y el maquillaje. Me acordé de Lucía Jiménez, a la que conocí en la boda de Natacha y José Manuel, y de nuevo hizo un trabajo fantástico.

Y llegó el día. Los novios estaban tan tranquilos vistiéndose y maquillándose en casa de Roser y por fin pudimos romper un poco el hielo antes de. La novia tengo que decir que me dejó enamorada, una verdadera belleza… Oriol un encanto, como su madre.

La ceremonia fue en el Juzgado de Paz de Moralzarzal. Fue extraña y divertida con traductor de por medio, me arriesgo a asegurar que esta boda no se le olvida a Carlos el juez de paz, y creo que incluso se lo pasó bomba…

Finalmente hicimos fotos de pareja y familia en los preciosos jardines de Roser para terminar con un cocktail y comida en el Restaurante La Morada de Moralzarzal.

Quiero agradecer una vez más a Roser, Oriol y Erika. Por su confianza y naturalidad, por abrirme las puertas de su casa y tratarme como uno más. Gracias.

Os dejo con una pequeña selección del día, espero que os guste 😉