
Sesiones de verano, princesas nórdicas
Las sesiones de verano obligan a veces a llegar más tarde a casa para poder trabajar con la mejor luz y tener una temperatura más adecuada.
Me encanta hacer fotos con la luz mágica del atardecer, le da un carácter especial, único… y la familia que me acompañó en esta sesión de campo merecía la mejor luz.
A veces, me llegan mensajes de Miriam desde Noruega (sí, habéis leído bien) diciéndome que ya le falta menos para venir de visita a España y que quiere quedar conmigo para hacer una sesión… su agenda es apretada y no siempre es posible quedar.
Esta vez sí pudo ser, y al ver cómo mi pequeña Lilly había crecido casi me caigo…
Algunos la recordaréis, para los que no, aún podéis ver su anterior sesión en el antiguo blog. En aquella ocasión, Lilly aprendió a andar en El Estudio (no lo olvidaré nunca), en la última se dio unas buenas carreras por la Dehesa Vieja de Moralzarzal y pasamos la tarde buscando hadas en los árboles…
Miriam además me tenía reservada una pequeña sorpresa… ¡está embarazada de nuevo!
Esta vez, decidimos hacer la sesión familiar en el campo, a ciertas edades es más adecuado ya que los niños pueden sentirse más libres y cómodos. Y tuvimos la suerte de que nos acompañara su padre, al cual tengo que agradecerle su confianza ya que no estaba muy convencido.
Al hacerlo todo de una manera natural, corriendo, jugando, interaccionando como si yo no existiera, creo que terminó hasta gustándole la experiencia.
Pero os dejo mejor con sus fotos… sesiones de verano, tardes de princesas nórdicas.
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